TRANSFONDO DE DIOSES II. LAS GUERRAS ETERNAS

Los Eldar y los Enanos, como descendientes de losAltalasari crearon sus propios dioses, como así lo hicieron luego los humanos y orcos.

Después del Diluvio Eldar y Enanos compitieron pacíficamente durante siglos por ver quienes alcanzaban los más altos grados de desarrollo y sabiduría. A través de siglos de discusiones sobre la superiodad de crear las más bellas obras artísticas elficas sobre las más increibles obras de ingeniería enana, o entre el control total de los metales y sus propiedades mágicas sobre sobre el dominio de la pura esencia mágica, se convirtieron en rencillas personales y familiares. La envidia y la competencia aumentaron hasta librarse duelos a muerte entre campeones de cada raza. Con el tiempo llegaron las llamadas “Guerras Eternas”.

Durante más de mil años Eldar y Enanos lucharon por toda la Tierra Media. Su formidable desarrollo les hacia dominadores de todo lo alcanzable. La brutalidad de la Guerra obligó a buscar aliados. Los elfos tenían buena sintonía con los animales de los Bosques que se extendían hasta el infinito; los Enanos sabían manejar bien a los animales de las montañas. Todo cambio cuando ambos pusieron sus ojos en los que podían desiquilibrar la balanza hacia uno u otro lado, los humanos.

Grupos nómadas y seminomadas y algún pequeño dictador establecido en alún punto era todo la organización social que había entre los hombres. Eldar y Enanos habían ido ayudando al desarrollo de los humanos a través del comercio o por simple piedad. Rápidamente los humanos se convirtieron en la mejor carne de cañon para sus batallas. Aprendían rapidamente, más que los pocos orcos existentes; estos erán la única muestra de la influencia de Theone en la Tierra Media y habiendo creado su propio Dios Menor Waaagh. Además los humanos se multiplicaban mucho más rápido y podían llegar a ser muy hábiles con el uso de las formidables armas de Elfos y Enanos. Elfos y Enanos los utilizaban como mercenarios en grandes cantidades a cambio de oro, conocimiento y por supuesto mucha manipulación

Había demasiado en juego, la disputa había llegado a la negación mutua hacia el otro de ser puro descendiente de Manwé, es decir, de los Altarasari. Los Eldar consideraban a los Enanos simples deformes y los Enanos creían que los Elfos habian recibido la influencia de Theone durante su travesía en el diluvio. La guerra se recrudeció hasta quedar en un punto muerto.

Después de siglos de guerra estancada y muchas muertes, los Elfos tomaron una decisión determinante, adoctrinar a los humanos para que adorasen a su propio dios, Esuen, y repudiasen a Edas, diosa de los Humanos. Los dirigentes Elfos consideraban que los humanos estaban cuestionándose cada vez más el participar en la guerra con los Enanos a medida que generaciones de humanos había ido aumentando su propia consciencia social. Si conseguían que los humanos adorasen a Esuen, dios de los elfos, y odiaran a Koleon su motivación en la guerra sería el factor determinante para la guerra con los enanos. El plan se llevó a cabo y después de generaciones los humanos empezaron a venerar a Esuen como su propio Dios. Esto empezó a dar su resultado en la batalla y se incrementó su implementación. Los grupos de humanos resistentes a repudiar a Edas y adorar a Esuen fueron adoctrinados, y los que se negaban fueron exterminados casi al completo por los fanáticos humanos adoradores del dios élfico.

Estos hechos tuvieron terribles consecuencias.

El horror de la muerte de sus hermanos creó grupos de humanos que no creyeron en ninguno de los Dioses previos y que cambiaron radicalemente sus creencias. El culto a la Muerte generó muchos adeptos y germinó la creación del Dios Seth. Diosa Oscura humana que habita entre los planos de Manwé y Theone.

Los Enanos, incapaces de adoctrinar a los humanos, ante el cambio en los acontecimientos decidieron que la única manera de recuperar la ventaja era acabar con el principal sustento de los elfos, los Bosques Infinitos. Se quemaron miles de kilómetros de bosques con terribles consecuencias para toda la Tierra Media. Muchos de los puntos originales, manatiales de vida, árboles que durante miles de años había creado sus propios bosques en toda la Tierra Media perecieron. Las nubes de humo generadas crearon un invieron que duró 10 años que sin embargo no paró la Guerra Eterna, sino que la recrudeció. La Tierra Media nunca volvió a ser la misma.

En el caos que se vivió en el Gran Invierno, los humanos que escapaban de las guerras entre enanos y elfos se mezclaron y crearon una nueva religión. Su desesperación les hizo creer que la única manera de salvar a la Tierra Media y a si mismos era si un nuevo Dios acababa con la Tierra Media y creaba una nueva. Le dieron el nombre de Sauron. Al acabar el Gran Invierno un nuevo Ente desconocido había nacido en las lejanas tierras de Mordor, un Ente cuya razón de ser es destruir la Tierra Media pues a ese objetivo debe su existencia.

Sauron formó ejércitos entre los hombres de Mordor y muchos más que se unieron al verlo como un salvador. Sauron derrotó el mismo al Dios Orco Waaagh en el Plano de los Dioses. Por ello todos los orcos le rinden pleitesía a la vez que le temen con todas sus fuerzas. Los errores de soberbia cometidos por Elfos y Enanos los había condenado a su propia destrucción.

La marea de conquista y destrucción de Sauron hizo retroceder a los Enanos hasta sus más profundas fortificaciones, quedandose encerrados en sus minas. Los Elfos utilizaron toda su sabiduría mágica para esconderse en los aún inmensos Bosques, donde crearían nuevas ciudades, pero tras perder a la inmensa mayoría de sus hermanos. Sauron avanzó implacablemente hasta “La Batalla de Sauron”, donde todos los héroes elfos, enanos y humanos fieles a Esuen y sus seguidores (La Triple Alianza), que querían luchar por su Tierra Media se unieron para la batalla final. La Batalla de Sauron duró cien días hasta que Sauron se quedó sin poder suficiente para contener a la triple Alianza, quedó recluido en su fortaleza de Mordor herido de tal forma que su poder ha quedado muy reducido en comparación a su nacimiento. Siendo además consciente de su propia mortalidad.

Después de tales acontecimientos los Humanos quedaron como los más númerosos seres inteligentes de la Tierra Media, y con suficiente poder y sabuduria como para no ser otra vez facilmente manipulables por los Elfos y Enanos. Los cuales tas el cataclismo que supuso la Guerra Eterna núnca han podido recuperarse.